La celebración del Día de Muertos es una de las mas típicas y representativas de nuestro país, ya que es tiempo de recordar a aquellos de nuestros seres queridos que han muerto, y sentir que no se han ido del todo, en México conmemoramos a nuestros familiares y amigos difuntos con una manifestación de amor, el culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues ya se practicaba desde 1800 a. C., muchos siglos antes de la llegada de los españoles, como lo atestigua la mascara descarnada de Tlatilco, asimismo, en el Calendario Azteca, o Tonalamatl, que se localiza en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia, en el Bosque de Chapultepec de la ciudad de México, podemos observar que en los 18 meses que componen este calendario, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos, los dos principales tenían lugar en el noveno mes o Micailhuitontli, que significa "fiesta de los niños difuntos", y en el décimo mes, llamado Hueymicailhuitl, conmemoración de los muertos adultos.
Los evangelizadores cristianos aceptaron en parte las tradiciones de los antiguos mexicanos para poder implantar el cristianismo en nuestro país. Esta celebración no se limita a poner altares y llevar música a los cementerios. En la región Mazahua, que se localiza donde colindan los estados de México y Michoacán, desde Angangueo hasta Zitacuaro y Morelia, las mariposas monarca, de acuerdo con las creencias purepechas, representan a los espíritus de sus antepasados. Por ello, todos los años los mazahuas esperan, con ofrendas de cera y copal, la llegada de estas "mensajeras de los dioses", como llaman a las mariposas monarca, que por millones vuelan cada año desde los bosques de Canadá y de Estados Unidos hasta los bosques de nuestro país, para completar su ciclo de reproducción. La manera mas tradicional de celebrar el Día de Muertos es precisamente con las ofrendas para los "muertos chiquitos" y para los "muertos grandes", y el contenido de cada una de ellas es adecuado al difunto conmemorado, por ejemplo, en el poblado de Calcahualco, en Totosinapa, Veracruz, el 1 de noviembre, que se dedica a los niños difuntos, se colocan coronas de cempasuchil sobre el marco de la puerta, o bien ramos de estas mismas flores en las esquinas de los altares, que se decoran con veladoras, pan de muerto (a veces en forma de calavera, incluso), plátanos, naranjas, guayabas, calaveritas de azúcar, cañas, tejocotes, agua de frutas, pan, y café.
La flor de cempasuchil es símbolo del resplandor del sol, que como tu sabes se consideraba el origen de todo. Cada flor representa una vida, y en el caso del difunto significa que este aun conserva un lugar dentro del Todo, y que no ha sido olvidado por sus amigos y familiares. Curiosamente, en el poblado de Huaquechula, en el estado de Puebla, no se utiliza la flor de cempasuchil, sino que las tumbas se adornan con nube y gladiola. En Chiapa de Corzo se lleva serenata a los panteones para festejar el regreso de los muertos que visitan a sus familiares, así, la pequeña población se cubre de flores y las familias se encargan de limpiar perfectamente las tumbas de sus seres queridos para recibirlos como se merecen. Una de las poblaciones mas reconocidas por su celebración del Día de Muertos es San Andrés Mixquic, localizado en la delegación Tlahuac del Distrito Federal.
Aquí, la historia de esta tradición data de la época de la Conquista, en ese lugar se hizo uno de los descubrimientos arqueológicos mas significativos de nuestro país, al encontrarse la imagen de la diosa Miquixtli, deidad que representaba a la muerte y que estaba adornada por cráneos humanos. Se sabe que cada 265 días se sacrificaban grandes grupos de prisioneros de guerra en su honor, y que en el pueblo se localizaban varios tzompantlis o muros de huesos, el Día de Muertos en Mixquic ha cobrado fama mundial, y hoy este pequeño poblado recibe cada año la visita de turistas de todas partes que acuden a admirar una de las festividades mas típicas del mundo, en este lugar se cree que, al ponerse el sol, las almas de los difuntos entran y se dispersan por todo el pueblo, hasta llegar a sus antiguas moradas, y que las almas de los niños abandonan el poblado a la medianoche. Las casas permanecen abiertas para que los visitantes puedan admirar los altares, además, los habitantes pasean en alto una calaca de cartón por las calles del pueblo, simulando un cortejo fúnebre, la celebración del Día de Muertos en la Isla de Patzcuaro también es famosa en el ámbito internacional, ahí las ofrendas son lacustres, es decir, se colocan sobre el lago veladoras encendidas y flores de cempasuchil que flotan en las aguas como pequeños soles, también se acostumbra componer rimas en broma, en las que se hable de los vivos como si estuvieran ya muertos, hacie ndo mención de sus costumbres o de su personalidad.
Estas rimas se conocen como "calaveras" y son muy populares, incluso en los periódicos y revistas, durante la celebración del Día de Muertos.
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